Un Fin de Semana en Cerro Colorado. – Cerro Colorado
Skip links

Un Fin de Semana en Cerro Colorado.

Imagina esta situación:
Adquiriste un lote campestre en Cerro Colorado. Planeaste una construcción a la altura de tus posibilidades y ahora es una realidad. Es hora de planear el primer fin de semana en familia a su nuevo lugar de escape.

Le hablas a los abuelos, los primos, los tíos y hasta uno que otro amigo que ya es parte de la familia, ponen fecha y hora y apartas el área común de Cerro Colorado para hacer una carne asada y que niños, jóvenes y adultos puedan disfrutar de nuestra alberca con chapoteadero.

Llega el día, tienes todo listo. Tú esperas que no falte nada, pero estás tranquilo porque sabes que, aunque van a un lote campestre a estar en contacto directo con la naturaleza, si llegara a faltar cualquier cosa, hay un supermercado a menos de 5 minutos de Cerro Colorado.

Hieleras, botanas, salvavidas, juguetes. Todo está perfecto y salen de camino. Veinte minutos después de salir de casa, ya llegaron. Toda tu familia está sorprendida de haber escapado de la ciudad, sin renunciar a sus comodidades. Los diriges a tu lote y todos se maravillan ante tu nuevo lugar de escape, mismo que pones a sus órdenes y ahora sí.. A disfrutar.

Es temprano, hace un poco de calor y todos están desesperados por sumergirse en el agua fresca de la alberca del área común de cerro colorado. Unos se meten, otros se quedan echando la carne al asador. Después de un rato la comida está lista: Risas, plática, historias y buenos momentos que se convertirán en mejores recuerdos.

Algunos miembros de la familia deciden caminar al mirador del Cerro Colorado para “bajar la comida” y ver el atardecer. Así lo hacen. A su regreso traen fotografías espectaculares gracias a la hermosa vista que desde ahí se puede disfrutar.

Llega la noche y todos van directo al lote. Ahí hay un lugar designado para hacer fogatas. Todos se sientan alrededor, asando bombones, preparando smores y compartiendo anécdotas, chistes y disfrutando de las estrellas como nunca las han visto en la ciudad. Se llega la hora de dormir. Todos buscan un lugar donde acomodarse, hoy fue un buen día.

La mañana siguiente decides sorprender a todos y tomas tu carro y vas por tacos para todos. Al fin y al cabo hay unos muy cerca. En menos de treinta minutos estás de regreso y al llegar con la sorpresa el lugar se llena de sonrisas.

Es momento de regresar. Todos juntan sus cosas. Viene la mejor parte: El viaje de regreso es cortísimo, sin cansancio, menos de media hora y todos están en casa. Bajas tus cosas, prendes la televisión y tu celular esta lleno de mensajes nuevos. Todos son de tu familia y de una u otra forma todos dicen lo mismo:

¿Cuándo volvemos?